Slow food, amor por la cocina ¿Sabéis lo qué es la Slow Food?. Se trata de un movimiento ciudadano que lucha contra la comida procesada. Nació en los años 80, en Italia de la mano de Carlo Petrini, como una reacción a la comida industrial y prefabricada; una comida que no tiene valor nutricional ni respeto por el medio en el que vivimos.

El movimiento Slow Food, busca informar, concienciar y potenciar la cocina tradicional, de cultivo ecológico, utilizando el producto local y de temporada y construyendo de nuevo el amor por la cocina; es por ello, que nuestro blog de hoy lo hemos llamado Slow Food, amor por la cocina.

¿Por qué la cocina de los abuelos sabía siempre tan bien? Pregúntate que productos utilizaban. ¿Acaso animales y verduras de plástico? ¿O se tomaban su tiempo de cultivarlas en la huerta o irse al mercado a elegir el producto fresco? Pregúntate cuál era el proceso de elaboración. ¿Acaso utilizaban microondas, o procesos que les llevaran cortos periodos de tiempo? El ingrediente secreto, por supuesto, el amor. Y con el amor, la paciencia de crear sabores y de llenar un hogar con olor a comida recién hecha.

La regla de la evolución se ha roto, creándose un aceleramiento de animales y vegetales, y destruyendo totalmente la biodiversidad.  Los kilómetros que recorren los alimentos hasta introducirse en lugares en los que no son aptos para el clima ni su conservación, la alimentación y cuidado que padecen los animales para acelerar su crecimiento; por no hablar de las condiciones y maltrato que sufren muchos de ellos.

Las personas estamos ingiriendo productos procesados y artificiales, creados por el ser humano, no por la naturaleza. Así, somos lo que comemos. Alergias que están surgiendo constantemente, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, cansancio, problemas de huesos, trastornos del sueño y un largo etcétera de nuevos problemas que han aparecido en nuestra salud.

Así que, se le ha declarado la guerra a la “Fast Food”. ¿Cómo? Pues con mucho amor por la cocina:

-Valorando lo que comemos. Empleando y potenciando el uso productos locales, dependiendo del lugar en el que nos encontremos y así evitando que nuestro propio producto desaparezca y se quede en el km 0. Teniendo en cuenta la temporada en la que nos encontramos para utilizar los productos frescos y naturales que contienen todos sus nutrientes y no los creados de manera artificial.

– Dándole a nuestra comida la dedicación que merece. Esto no significa que tengas que  pasarte todo el día clavad@ en la cocina. Si no tienes tiempo, hay técnicas bach cooking que te enseñan  cómo cocinar la comida semanal en 2 o 3 horitas.

– Atención plena y valoración de lo que comemos, siendo conscientes del proceso y esfuerzo que ha supuesto nuestro plato.

-Valoración y estima propia. Cuanto más nos queremos, mejor cuidado nos damos y  más dedicación nos prestamos. Una mejoría en nuestra alimentación se traduce en una mejora de nuestro bienestar y estado anímico.

¿Quieres saber más acerca de la Slow Food, amor por la cocina? Te esperamos todos los lunes con nuevos consejos Yanuq , alternativas a nuestros hábitos y curiosidades acerca de gastronomía, nutrición y remedios naturales.

Un saludo muy slow pero con mucho amor.

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