Antes que nada,  ¡FELIZ AÑO 2020!  Hoy te traemos los alimentos kilómetro 0.

El kilómetro 0 es mucho más que producto local.

Cuando hablamos de alimentos km 0, ¿qué queremos decir?

Los alimentos km 0 son aquellos cuya procedencia es de un radio menor a 100 km de distancia del consumidor. 

Son los llamado alimentos  limpios, buenos y justos.

  • Limpios.Al no fomentar la importación de productos de “fuera”, se contribuye a reducir las emisiones de CO2 que se generan con el transporte de dichos alimentos.Además, impide el agotamiento de los recursos, que se produce por la sobreexplotación de los terrenos. 
  • Buenos. Apostar por los alimentos de proximidad, implica alimentarse con productos que no necesariamente han tenido que llevar un proceso de conservación y mantenimiento, para alargar su vida útil; por lo tanto, son mucho más naturales que aquellos que han sufrido un largo trayecto. 
  • Justos. Implica aportar un granito para ayudar a los productores de la comarca, apoyándo la compra en los mercados y pequeños comercios que venden el producto de la huerta. Contribuimos al sabor de toda la vida en nuestros alimentos.

Promover una dieta basada en alimentos km 0 no implica, como mucha gente piensa ,que debamos limitar nuestra dieta radicalmente o realicemos un cambio drástico en nuestra alimentación; sino ser conscientes de qué comemos, de dónde proviene y el efecto que provoca consumir productos de fuera en vez de alimentos de procedencia local. 

Defender los productos y cocina de cada comunidad y métodos artesanales, es defender también la salud. 

“Cuando comemos las plantas que han crecido cerca de donde vivimos, nos inmunizamos contra los tóxicos del aire, del agua y de los gérmenes, virus y sustancias que ellas han sintetizado”, nos cuenta Mariano Bueno, experto en agricultura ecológica y defensor de alimentos km 0.

Desde SmartFoodYanuq intentamos concienciar de la importancia del uso de los alimentos km 0 y su consumo responsable ya que afecta a muchos más ámbitos de nuestra vida de los que pensamos. Seamos consciente de que nuestra forma de alimentarnos tiene consecuencias tanto a nivel individual como global.

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