Os traemos un poco de la historia del tomate cherry
Durante décadas, el tomate cherry ha sido un ingrediente clave de muchas recetas, así como elemento decorativo de platos; pero el pequeño y dulce sabor no siempre fue importante en nuestra gastronomía. De hecho, no se convirtió en una característica popular en las comidas occidentales hasta los años 1980.
Resulta que el pequeño tomate ha tenido una curiosa historia que entraña el comercialismo, el nacionalismo y, por supuesto, la búsqueda de un nuevo sabor. Vamos a adentrarnos un poco en la historia y así entender un poco más.
Es importante volver a los comienzos del tomate y su domesticación. Mientras que el tomate normal se originó en los andes de Sudamérica, los tomates cherries fueron cultivados por los Incas en Sudamérica y Aztecas en México cuyo comienzo nació de las variedades arbustivas enanas del tomate alrededor del año 700 a. d. De hecho, la palabra “tomate” se deriva de la palabra azteca “tomatl”.
Los primeros tomates eran pequeñitos (más bien del tamaño de los guisantes) y crecían en grupos salvajes como uvas, hasta que los cultivadores centroamericanos los aprovecharon y transformaron en algo muy diferente.
Desde México llegó a Europa recién en el siglo XX, siendo muy bien recibido y extendiéndose por todo el mundo.
Ingrediente Estrella
Ahora es un ingrediente estrella: nutritivo y sabroso, poseedor de agua y fuente de vitamina C como los tomates comunes, y un alimento lleno de color perfecto para nuestras ensaladas, snacks, mermeladas y un sinfín de recetas geniales.
Aquí os dejamos también un TIP de cómo mantener los tomates después de sembrarlos:
Cuando los tomates tengan una altura de unos 10 o 12 centímetros ya hay que transplantar la planta. Podemos usar macetas de unos 10 cm y emplear una para cada planta o macetas más grandes con varias plantas. Deben tener agujeros de drenaje.
Para transplantarlas lo único que hay que hacer es llenar con tierra las macetas y colocar las plantas a la misma altura del semillero.
A las plantas al igual que las del tomate normal, hay que clavarles un palo con el objetivo de que no se doble el tallo y la planta crezca de manera ordenada y vertical.
Innumerables curiosidades que contar de algo tan pequeñito. Así que, si os quedáis con ganas de más, tenemos “TIPS yanuq”, donde podréis encontrar información no sólo de este alimento sino de muchos más que empleamos en nuestra dieta día a día.
Un saludo lleno de sabor chiquito.